En el Mausoleo de José Alfredo Jiménez descansan los restos del famoso cantautor.
Fue erigido el 23 de noviembre de 1998 para conmemorar su XXV aniversario de su fallecimiento.
Consiste en un gigantesco sombrero, en la parte inferior un pebetero y en las letras de ronce el epitafio: “La vida no vale nada”.
Emerge de manera sinuosa, un sarape multicolor hecho en azulejo de Dolores Hidalgo, en cuyo cuerpo están incrustados los títulos de diversas canciones de su obra musical. El autor del proyecto es el reconocido Arq. Javier Senosiain, esposo de Paloma Jiménez Gálvez. Es un mausoleo digno de visitarse.